Capítulo 2

Evocación
Oh, hombre caballo, te evocamos,
Vos, que preparaste la treta de madera,
Vos, que condujiste los carros de los faraones,
Vos, que llevaste al divino Alejandro y al poderoso Cesar,
Vos, que traicionaste al regente de la fragua,
Oh, amado caballo, te evocamos,
Corazón de los anarquistas, pequeño pony,
Dilema de batlecat, amigo del zorro y de la lucky luke,
Recorriste la pampa de fierro, fuiste blanco sobre los heroes
Y el puto chiste de San Martín.
Oh, amado caballo, te evocamos,
Vos, que condujiste jinetes sin cabezas, que fuiste el corazón de una canción,
Que ejerciste presión para gritar vale la pena, la puta, estar vivo,
Fuiste caballito de tiovivo, tenés un primo chiquito en el mar,
Alguna vez, fumaste mucho, de allí la expresión magistral.
Oh, amado caballo, te evocamos,
Yo nací en el barrio que te nombra y es triste,
Como un jinete perdido, con la cabeza gacha,
Cuando caducó la caballería frente a la metralla,
Como el carro que tirás, abarrotado de cartones.
Oh, amado caballo, te evocamos,
Nunca comeremos mortadela ni fiambrin,
No afilaremos las espuelas, ni ensancharemos el rebenque
No cargaremos la montura con enseres
Ni te cambiaremos por autos ni reses.